En el transcurso de los 10 años se han recibido y atendido alrededor de 85 mil migrantes y repartido alrededor de 270 mil platos de comida. La atención de los migrantes es hoy día una responsabilidad que ocupa una importante parte de nuestro servicio misionero en la Parroquia.
En todos estos años la atención no sería posible sin el apoyo de muchos hombres y mujeres solidarios y solidarias que vienen de muchas partes, incluso extranjeros, para apoyar la causa de los necesitados. Personas que no tuvieron miedo de abandonar la seguridad de la barca y caminar entre las olas para ir al encuentro con los demás.
(Ev.) Para eso se necesita el valor y el coraje de enfrentar las olas de criticas y amenazas de los que se oponen a construir un mundo habitable para todos, porque el actual no lo es. Soñemos como única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos…” (N.8)