¿PORQUE NO PLANTEARTE LA VIDA MISIONERA COMO UN ESTILO DE VIDA?
El servicio misionero y la vida religiosa son, en nuestra Congregación, una unidad.
El mandato misionero determina nuestro estilo de vida religiosa, y la vivencia de los consejos evangélicos (Castidad, Pobreza y Obediencia) impregna toda nuestra labor misionera.
Esta vocación única obliga a los individuos y a la comunidad, exigiéndoles una entrega radical a la obra misional.
Para que esta vocación pueda desarrollarse plenamente, la formación ha de ser integral, arraigada en la propia cultura, creadora de comunidad, orientada al servicio apostólico y abierta a las necesidades de la sociedad.
¿Inquietud? Contáctanos en las siguientes direcciones: