RECORDANDO AL P. JUANITO BANOGBANOG SVD (1964-2016)
EL “FREINADEMETZ CUBANO”
“El Señor le dijo a Abram: “Deja tu patria, tu casa y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré” Génesis 12,1-5.
Sin duda Juanito, -como le decían con cariño- encarnó el anterior pasaje bíblico en su vida y obra. Aunque nació en Filipinas y estudió en Alemania como misionero, es el primer verbita que murió y está enterrado en Cuba, su destino de misión. Todos que lo recuerdan –cohermanos misioneros, fieles, religiosas, obispos- lo conmemoran con gran estima y como ejemplo de vida misionero. Incluso a unas horas de morir, su ánimo y amor a la misión nunca decayó.
El mismo refirió: “No puedo ser infiel a lo que llevo dentro de mí: el deseo de pasar parte de mi vida misionera en Cuba. Soy consciente de que mi esfuerzo y mi celo por el apostolado no pueden cambiar las cosas. Sin embargo, quiero intentar ser un instrumento insignificante del amor de Dios”. Son impresionantes sus palabras, bello ejemplo de animación misionera.
Es hermoso constatar que cada 30 de enero, fecha de su partida a la Casa del Padre, fieles, religiosas, cohermanos misioneros y amigos se reúnen en su tumba ubicada en la Necrópolis de Colón en La Habana, para recordarlo y celebrar la Eucaristía en su memoria. Es un hermoso gesto que personas de diversos países y culturas se reúnan en un solo lugar, evidenciando nuestro carisma arnoldino de interculturalidad e internacionalidad que nos caracteriza.
Quienes lo recuerdan, admiran su alegría, sus horas entregadas a la oración, su servicio incasable en la misión, en especial hacia los más desfavorecidos. Sin duda, nuestro querido Juanito es un ejemplo de cómo ser misionero al estilo de San José Freinademetz, nuestro santo verbita, que dejó su patria, casa, cultura, idioma y vivió y murió en China…
También Juanito dejó su familia, casa, cultura, comida y murió en Cuba… ¡Ambas vidas valiosas entregadas a la misión! Incluso antes de morir, Juanito dijo “Yo soy guajiro de corazón” que quedó evidenciado en la foto oficial del Capítulo General de la SVD en 2012 con Benedicto XVI, en donde Juanito era el único de entre los asistentes que portaba ¡la bandera de Cuba! Hermoso gesto del misionero que murió en esta isla tropical.
Dice un dicho en la SVD: “¡Preciosa es la vida entregada a la misión!” y es cierto: ¡Así lo vivió Juanito! Que su testimonio de vida inspire a hombres y mujeres a decir sí a Jesús como misioneros. Si Juanito pudo con la Gracia del Espíritu Santo entregar su vida en la misión ¡Tú también podrás ser misionero! ¡Animo! Gracias Juanito, te recordamos con cariño y eres un ejemplo para todos nosotros. Intercede por nosotros en el cielo para que sigamos animados en la misión.
Distrito SVD Cuba
Yaima Lopez